Con el desarrollo de tecnologías orientadas a entornos de misión crítica y la madurez de proyectos de Data Center que se han llevado a cabo en los últimos años, los principales players de este sector han tenido un amplio abanico de opciones para impulsar el crecimiento de sus instalaciones. Todo ello, a través de opciones que otorgan a los gestores de IT una mayor flexibilidad en cuanto a las posibilidades de escalabilidad de sus infraestructuras.
Esta es una realidad que se observa tanto en nuevas construcciones como en entornos ya en producción. Es posible abordar la expansión de las capacidades de servicio a los clientes finales en diversos aspectos, ya sea a través de la densificación de TI, la necesidad de espacios más reducidos para instalaciones de los equipos de las instalaciones críticas, o el uso de topologías que proporcionan modularidad a los sistemas críticos.
Los responsables de planificar el nivel de escalabilidad y dimensionamiento de los Data Centers se enfrentan a un gran desafío en el mercado brasileño: la previsión de la tasa de crecimiento de este mercado, especialmente por tratarse de un segmento que sabemos que es extremadamente dinámico.
Una vez definido el potencial máximo de un nuevo proyecto, la escalabilidad ayuda a mejorar el retorno de la inversión, ya que es posible segmentar parte del aporte según la demanda. Además, la escalabilidad también es una herramienta poderosa para que el proveedor de servicios esté siempre alineado con las necesidades del mercado. Esto se debe a la capacidad de sumar siempre las últimas tecnologías en la implementación de la expansión de su parque y ser asertivo al proveer un servicio adecuado a sus clientes.
Sin embargo, con la evolución del sector se han desvelado nuevos retos, como los Data Centers tipo Edge, que han sido cada vez más demandados por la llegada del 5G y la difusión del IoT. Debido a la necesidad de estar cerca de la aplicación, estos centros de datos suelen tener limitaciones de espacio y energía, además de restricciones logísticas debido a su ubicación geográfica. En estos casos, debido a la menor inversión para implementar este tipo de instalación, la solución para atender un eventual crecimiento de la demanda muchas veces puede ser la creación de otro Data Center en lugar de ampliar el existente.
Finalmente, también se deben considerar otros aspectos a la hora de evaluar la capacidad de escalabilidad de los Data Centers. Con la pandemia del Covid-19, por ejemplo, se ha dado una mayor presión para mejorar la infraestructura de IT, lo que ha derivado en el crecimiento de la demanda, por un lado; y por otro, han existido barreras para acceder a los suministros, lo que dificulta la predicción de la previsibilidad de tiempos de entrega. Ante este escenario, resulta sumamente ventajoso no solo contar con tecnologías de densificación sino también topologías que permitan un crecimiento modular y flexible, como es el caso del Data Center de Tamboré de Nabiax.
Tiago Tognozi, Data Center Manager Brasil