La sociedad actual navega en un mar de datos e información. Desde que amanece, la mayor parte de la población no es consciente de que se está comunicando en tiempo real con un servidor alojado en un Centro de Datos, que forma parte de una red capaz de almacenar e interconectar grandes volúmenes de información.
Ya sea la hora reflejada en tu altavoz inteligente, el despertador digital, las primeras noticias del día que aparecen en las notificaciones del teléfono móvil o la canción de moda en Spotify, todo pasa por un Centro de Datos.
Para hacernos una idea de la inmensa cantidad de información que gestionan estas infraestructuras, podemos compararlo con el tamaño que ocuparía en un formato de película. Un zettabyte equivale a 22 billones de películas en alta definición aproximadamente. Por poner esta cifra en contexto, según un informe realizado por la consultora IDC, el volumen de datos llegará a 175 zettabytes en 2025, lo que supone aumentar 175 veces la información generada en 2011.
Los Data Centers son, por lo tanto. una infraestructura con un peso muy importante para la sociedad, albergando y sosteniendo la red de internet tal y como la conocemos. Sin ellos, nuestro día a día sería muy diferente.
Dado el contexto, en este artículo vamos a hacer un recorrido por todas las ocasiones a lo largo del día en las que de manera consciente o inconsciente nos conectamos a un Data Center para obtener información que luego gestionamos y procesamos desde nuestros dispositivos inteligentes.
Nada más despertar, muchos de nosotros ya hacemos uso de un Centro de Datos. Tras desactivar la alarma del móvil, abrimos los perfiles de redes sociales, comprobando los últimos mensajes en plataformas como Whatsapp, que actualmente gestiona el envío de más de 100.000 millones de mensajes diarios en todo el mundo, echamos un vistazo a los primeros correos de la mañana o incluso escuchamos un podcast mientras desayunamos.
Después, volvemos a hacer uso de esta red cuando comprobamos las noticias en algún diario online, o al escuchar música en streaming esperando al próximo tren de camino al trabajo.
Ya en el trabajo accedemos a toda una serie de herramientas online, interconectadas y que nos permiten relacionarnos de manera interna y externa con compañeros, clientes o proveedores. Hemos normalizado ya el tener reuniones en plataformas de videollamada, editar archivos en tiempo real en la nube o compartir documentos pesados en cuestión de minutos con un solo link de descarga.
A la hora de la comida, las plataformas de delivery son una opción muy demandada para pedir comida a casa o a la oficina, una herramienta que también bebe de estas infraestructuras.
Tras salir del trabajo, es habitual hacer uso de plataformas de entretenimiento, como YouTube, la plataforma de Google donde inician sesión más de 2.000 millones de usuarios cada mes, Netflix, Prime Video o HBO para entretenernos en el camino de vuelta a casa.
Al llegar a casa, pedir música o un resumen de las noticias a Alexa o Siri significa obtener datos de un Data Center, igual que jugar a nuestro juego online favorito o utilizar la Smart TV mientras nos relajamos en el sofá.
Este es también el momento para hacer compras online y adquirir nuevos productos a través de una de las múltiples plataformas de shopping online en nuestro móvil. Según datos del INE, uno de cada tres hogares españoles realizó alguna compra por internet durante el último año y este sector movió 72.000 millones de euros.
Por tanto, actividades tan cotidianas como escuchar un podcast o asegurarse de seguir la ruta más rápida de camino al trabajo no serían posible si no existieran los centros de datos. Otras acciones cotidianas como enviar e-mails, acceder a herramientas de trabajo en la nube o hacer la compra semanal online también forman parte de este ecosistema.
La sociedad utiliza de manera indirecta esta infraestructura para una gran cantidad de tareas cotidianas. Por eso desde Nabiax trabajamos con el objetivo de ofrecer el mejor servicio de manera ininterrumpida para que el acceso a la información no cese y los Data Centers continúen formando parte de nuestro día a día de manera silenciosa, eficiente y sostenible.