En el panorama tecnológico actual, el Edge Computing está tomando cada vez más protagonismo como tecnología que sitúa el procesamiento de datos «en el borde», es decir, más cerca del usuario final. De acuerdo con un reciente informe de Markets and Markets, se espera que el mercado global del Edge Computing crezca desde los 3.000 millones de euros en 2020 hasta los 14.000 millones de euros en 2025. Además, Gartner pronostica que, para el mismo año, el 75% de los datos empresariales se generarán y procesarán en el Edge. Pese a esto, la tecnología se encuentra en un estado piloto en muchas regiones, con Estados Unidos a la delantera de su desarrollo.
Este crecimiento se alimenta de diversos factores, entre los que destacan las demandas de respuesta inmediata de aplicaciones como plataformas de streaming y juegos en línea. Así como la reciente irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), el avance del Internet de las Cosas (IoT), la industria 4.0 y la evolución de los vehículos autónomos, que han generado un volumen de datos sin precedentes. Todo ello ha planteado el desarrollo de sistemas de Edge Computing también en el ámbito de los centros de datos.
¿Qué beneficios aporta el Edge Computing?
Reducción de Latencia
El Edge Computing se distingue por estar cerca de los usuarios finales, eliminando la necesidad de que los datos viajen largas distancias. Esta proximidad, combinada con la sinergia de las redes 5G, que se están implantando paulatinamente en España, promete una notable reducción en la latencia, esencial para aplicaciones en tiempo real que abarcan diversas industrias.
Ahorro de Costes y Ancho de Banda
La eficiencia en el uso del ancho de banda es una característica crucial del Edge Computing, lo que resulta particularmente beneficioso en entornos donde los recursos son limitados, como las zonas rurales. Al procesar y filtrar los datos en el lugar, se reduce la cantidad de información que debe enviarse a ubicaciones centralizadas o a la nube, lo que disminuye a su vez los costes asociados.
Protección de Datos y Soberanía Digital
La amplia red de centros de datos, que ahora se expande regionalmente, existente gestiona una gran cantidad de datos sensibles que son generados en territorio nacional y que deben ser procesados de igual manera. El procesamiento en el Edge refuerza esta privacidad y la seguridad al reducir la cantidad de datos que necesita ser transferida a través de la red, minimizando así los riesgos de amenazas.
Mejora en la Toma de Decisiones
El Edge Computing, el IoT y las redes 5G generan grandes volúmenes de información que deben gestionarse de manera ágil para tomar decisiones en tiempo real. Un claro ejemplo puede ser el coche autónomo, que tiene que realizar acciones y tomar decisiones de forma inmediata. Con el uso de la computación en el Edge, los datos se analizan más cerca de la fuente original y el tiempo de respuesta es inferior.
Mayor Fiabilidad
Distribuir recursos informáticos en la red reduce el riesgo de fallos generalizados. En contraste con las arquitecturas centralizadas tradicionales, donde una falla en el servidor central o el centro de datos afectaría toda la red, el Edge Computing permite que la red siga funcionando independientemente si un nodo se cae.
Desarrollo de Nuevos Sectores e industrias
La expansión de la red de centros de datos «en el borde» permitirá la implementación a gran escala de soluciones que antes eran impensables. Esto es especialmente beneficioso para sectores como la fabricación inteligente o industria 4.0, donde la recopilación y procesamiento de datos in situ mejorará el control de procesos, la monitorización de maquinaria y la optimización de la cadena de producción. Otros sectores como el de la salud, se pueden ver beneficiados, porque la baja latencia permitirá cirugías robóticas a distancia, análisis genéticos más rápidos y diagnósticos más efectivos.
El Edge Computing, aunque en un estado poco desarrollado todavía en España, pretende redefinir la manera en que procesamos y utilizamos datos, y gracias a la extensa red de fibra óptica de nuestro país, estaríamos en una posición estratégica para hacer frente a este aumento de la demanda. Los centros de datos en el Edge permitirían mejorar la experiencia del usuario, con una latencia prácticamente inexistente, que facilitaría la comunicación entre sistemas de manera inmediata, así como el traspaso de grandes paquetes de datos gracias a la tecnología 5G. En definitiva, operar en ubicaciones más cercanas al usuario asegurando así una mayor calidad. Solo queda esperar a la evolución del sector y de la tecnología ligada a este para comprobar la viabilidad de esta tecnología y su aplicación dentro de un entorno real.